Las cicatrices de la guerra La bestialidad de la maquinaria de guerra imperial El orgullo de un pueblo en resistencia por su tierra y su futuro
Panafilm s / ANMCLA Líbano
Líbano, agosto de 2006
Duración: 40 minutos
Realización general: Angel Palacios.
Equipo de realización: Angel Palacios, Eduardo Viloria, Julio Rivero, Enrique González, Douglas Aponte, Hindu Anderi, Gustavo Bastidas, Kaori Flores, Thony Barreto, Ramón Hernández, Luis Acurero.
Una producción solidaria: Panafilms, Anmcla, Telesur, Avila TV, Antoine Frangié, Amilcar Figueroa.
Traducciones: Carolina Dahdah, M´an Hnawi, Afif Abu Hassan.
Colaboradores: Embajada Venezolana en Líbano, Zoed Karam y su equipo, Ziad Yamín, Jorge Yamín, Tony Yamín, Badwi Karam, Campamentos palestinos en Líbano, Whalid, Bassan, Faisel, María Dahdah, Comunidad Organizada del Dahia, Shauki El Anderi, Marcel Nader, Sergio Lazo, Guillermo García Ponce, Saíd Mattar, Fadi Marat, Elio Gonzáles M., Dora Frangié, Souad Frangié, Humana Cooperativa Audiovisual.
Idiomas: Árabe, inglés, francés, castellano, con subtítulos en castellano.
Correo-e: anmcla.libano2006@gmail.com
Sinopsis
Líbano. Las Huellas del Imperio. Un recorrido por los barrios devastados de Beirut y las aldeas del sur del país. Historias comunes de gente común. Mujeres, niños y hombres enfrentan el reto de recomponer sus vidas en medio de la devastación.
34 días de bombardeos de Israel han dejado huellas imborrables. Cientos de familias han perdido a sus seres queridos, un millón de desplazados regresan a sus hogares devastados. El pueblo libanés despierta de la pesadilla con rabia y dolor.
Las bombas pesan mucho, la paz no pesa nada. A pesar de la bestialidad con la que Israel destrozó el país, no han podido acabar con el espíritu de resistencia del pueblo libanés.
Un crisol de voces de todas las edades. Un mensaje colectivo de dolor y denuncia del imperialismo israelí-estadounidense, pero también de vitalidad y de amor a la vida.
Habitantes del sur que regresan al territorio de la desolación, víctimas de las bombas de racimo, una fábrica devastada por las bombas, las huellas de las bombas de fósforo, agricultores que retoman la lucha por la tierra fértil.
Mientras los libaneses siembran la vida, los israelíes siembran la muerte. Bombas racimo acechan en cada esquina. A pesar de los riesgos, el pueblo libanés se organiza para la nueva zafra de la reconstrucción. El mensaje israelí de muerte y devastación perdió la batalla. La cosecha será de vida.
Angel Palacios y Eduardo Viloria se trasladaron al Líbano en vísperas del cese al fuego. Durante casi un mes, recorrieron el país en busca de las huellas de la guerra y las voces de rabia y esperanza de un pueblo que enfrenta el invierno con una acuciante necesidad de solidaridad efectiva.
Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
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